domingo, julio 3



La música…
los trastes perfectamente seleccionados de una guitarra, 
conforman toda una grandiosa estructura musical,
muchas veces con su letra acompañada, 
llena de elementos que la hace única...

Melodías sencillas y otras majestuosamente elaboradas, 
hacen vibrar mi cabezita atosigada de pensamientos, 
muchas veces buenos otras no tan gratos... 

Esas composiciones que me erizan los vellos cuando las escucho, 
cuando las recuerdo…
Cada canción es una memoria para mí,
que me acompañan día con día en momentos de ocio y de diversión, 
que muchas veces pintan una sonrisa y otras tantas una mueca 
de un sentimiento no tan agradable.

La música acompaña mis éxitos y mis penas, 
mis amores y mis lágrimas, mi compañía y mi soledad.

Son memorias incrustadas en lo más profundo de mi cerebro, 
son personas, son momentos, representados en una canción,
en una letra, en una mágica armonía.

La música, una fiel compañera, 
un despertar del letargo, un calmante de penas y un sazonador de alegrías.